jueves, 25 de abril de 2013

Sin Chino

Una, procura dar oportunidades a sus hijos para que no sean unos negados sociales, y para que encuentren trabajo en algún momento de sus vidas, cada vez más difícil últimamente, gracias a la Alemania grasienta y sus esbirros  diarréicos mentales de la Europa restante; pero ellos se esfuerzan grandemente en alejarse de las mismas.
Procedo a transcribir las observaciones de las notas de Chino del segundo trimestre de mis dos hijos mayores:
La nena: Muchos días, no quiere venir a clase de Chino. Al principio de la clase, cuando los niños van al baño y preparan sus estuches, tarda 15 ó 20 minutos a menudo. En las clases, coge cosas de otros alumnos sin permiso, no presta atención, y por eso, necesito explicar nuestras actividades varias veces, malgastando el tiempo. Casi nunca hace los deberes, ni trae sus propios papeles o lápices. Su comportamiento en clase es muy malo.
El nene : Aunque el niño es inteligente y recuerda lo que aprendemos en clase, su comportamiento es malísimo. Muchas veces, ha venido tarde al aula, no empieza su trabajo cuando empezamos la clase, y está jugando o bailando cuando debe trabajar. Empuja y pega a otros alumnos con frecuencia.Varias veces ha sacado cosas de la basura y las ha tirado a otros compañeros. En general, no participa bien en la clase, y con sus acciones hace que los otros alumnos no puedan concentrarse y aprender. El día 1 de Marzo, sacó su pene y bailó encima de una silla.
Creo que sobran los comentarios que pretendan reflexionar ni lo más mínimo, de modo, que, tras la lectura de tan magníficas anotaciones, y habiendo comprendido con inmensa claridad que los nenitos no querían asimilar el idioma de la prosperidad, decidimos unánimemente, que dejaríamos pasar nuestro preciado interés por el aprendizaje de los infantes para el año que viene, o cualquier otro año en el que recuperen la cordura y sean conscientes del beneficio.