No se duermen, como oliéndose que pueden impedir que nos tomemos las uvas con dignidad.
Todos han tenido cuento, pipí, lavado de dientes, medicación, beso, abrazo...
Después han pedido agua, y han querido, las princesas, hacer de vientre, para entrar limpias al nuevo año.
Han cenado, sobre todo el niño, con prisa, como si se acabara el mundo y no el año, sin masticar, engullendo cual lobo de cuento de terror.
Habitualmente, todos chupan los platos y abocan los cuencos y los vasos hacia sus caras, en espera de que les caiga en la boca una última gota de sustancia, y si hay migas en la mesa, las repelan, sin importarles si están mezcladas con la goma de borrar de los deberes, como ocurre por las mañanas.
El suelo ha quedado lleno de serpentinas de colores, por las que ha habido lucha, pero no para barrerlas, actividad que me toca a mí sin duda, sino porque quieren justo la que tiene el hermano o hermana, aunque la suya tenga exactamente el mismo color y dimensión...
Al menos creo que se lo han pasado bien. Les encanta cenar en "familia", y todos tenían su antifaz, su collar y su sombrero de colores. Se han tomado además unos cuantos pedazos de uvitas, y, cuando sean mayores, los dejaré quedarse hasta las doce (de momento no, por supervivencia personal, sobre todo psicológica).
Cada uno de ellos, ha propuesto varias de sus empresas, como el mayor, que nos ha indicado, que cuando fuera grande y le dejáramos usar "clavos y martillos", construiría cinco piso más sobre nuestra casa...???, o la mediana que, según refiere, quiere aprender a surfear??? (digo yo, que en esta época del año, me parece una ocurrencia algo llamativa cuando menos...claro que a sabiendas de que está como una chota, nada me extraña en ella).
La pequeña, que todavía no piensa tanto, se ha limitado a perseguirme allá donde iba, y a ponerse encima mía o querer que la subiera en brazos, lo cual es igual de amoroso que cansado.
Al final, nos hemos tomado las doce uvas solos y en paz, y como única salvedad, mis uvas eran tan gordas ( me las había preparado mi suegra, que como me vé siempre con mucha hambre...) que al terminar las campanadas, he tardado un buen rato en poder masticar lo acumulado, intentando no reirme para que no se cayeran todas al suelo, baba incluida. Y, sin pensarlo nos hemos ido a dormir, que en casa, hay que descansar deprisa.
¡Feliz 2012 a todos! (lo de próspero, no se me ocurre decirlo...)
Despues de la fiesta de nochevieja estamos deseosos de leer el día de reyes. Feliz Año Nuevo y que nos toque la lotería por favor.Un beso. Marian
ResponderEliminarNos tienes abandonados a los seguidores. ¿ para cuando el siguiente capítulo?. Escribe pronto. Un beso. Marian
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