viernes, 18 de mayo de 2012

Los nenes

Las criaturas van evolucionando y creciendo, como los Tamagochis, aunque, por supuesto, dando muchos más problemas y quehaceres que la susodicha maquinita, que por cierto, no sé ya si existe siquiera.
Como anécdotas de la semana, la pequeña anda diciendo que nació en un restaurante, con lo que no me queda claro qué opina acerca del parto y sus consecuencias... y si sabe acaso lo que es un hospital (tengo en tareas pendientes explicárselo todo).
La mediana, sigue tan zalamera como siempre, y consigue allá dónde va todo lo que quiere. Ayer, se le cayó por el suelo un pulpo verde que se resbala por los cristales denominado  "Walkie  Wally" o algo así, y en un momento, paralizó todo el tráfico con sus gritos y ruegos, hasta bajando los conductores las ventanillas para ver qué pasaba, procediendo yo, con premura, a coger el muñeco y salir huyendo prontamente como madre atormentada y señalada que soy...
Hoy, para que le siguiera cantando para dormirse me ha dicho sin pensárselo: es que tienes una voz preciosa... Yo he meditado momentáneamente: ¿ cómo se puede ser tan mentirosa?, aunque le vendrá bien para la vida real...
El otro día, entre las dos hermanas, extorsionaron a un pobre niño y su abuelo, que habían traído un cachorro de gato al parque, para cogerlo ellas, y conseguir que el gato se escapara y se subiera a los entresijos de los bajos de un coche, sin volver a saberse de él, por lo menos mientras yo salía pitando con ellas de allí, agarrándolas de los pelos, para que el abuelo no nos diera a todas con el bastón, y acabara , por fin, con nuestro sufrimiento.
Espero que el buen hombre o ese niño aturdido por mis hijas, no se acuerden de nosotras...
Por su parte, el mayor, merece esta semana una mención especial, porque, y sin que sirva de precedente, por primera vez en todo el calendario de su historia laboral, el profesor le ha escrito: "genial", y "muy bien" tres días seguidos, refiriéndose a su comportamiento en clase.
El calor le debe haber derretido el cerebro, pero aprovecharemos la racha, a ver si dura, y mientras tanto, está teniendo todos los parabienes existentes.
Además, la criatura come estupendamente de todo, tanto es así, que ayer, su padre rechazó una tortilla francesa de espinacas y manzanas , ideada por su amada madre, y el chiquillo, ni corto ni perezoso dijo en la mesa: no te preocupes abuela, dámela a mí, yo sí tengo el valor de probarla...( todos nos reímos , porque "tuvo el valor", y se la comió sin rechistar, así como todo lo comestible del planeta, que un día saldrá la tenia que debe tener escondida de paseo, gorda como una pitón...)
Salir con ellos a la calle o a cualquier local público, sigue siendo igual de ruinoso mental.
Hoy hemos entrado por la tarde en una cafetería con el objeto de que se tomaran un granizado de limón.
Se han sentado, lo han pedido, y ha comenzado el turno de ruegos y preguntas parlamentario: por favor señora, ¿podría ponerlos en un vaso de plástico, que estos los rompemos?, por favor, ¿nos da pajas?. Tenemos sed, ¿nos podría dar un vaso de agua?. Señora, me podría dar una cucharita para comerme el hielito?. ¡Yo quiero esa paja rosa y no la que tengo! ( la hermana igual, claro...). La camarera me miraba ya con cara de : ¿con todas las cafeterías que hay en el mundo, habéis tenido que entrar en esta?, por lo que he pagado, y sin terminar la pequeña de sorber su merienda, nos hemos dirigido hacia el parque, donde la mediana, ha aprovechado un descuido, para arrancar una cantidad considerable de flores y de unos matojos que consideraba "trigo", y ha venido corriendo y proclamando que había cogido mucho trigo para hacer pan y tortas.
Tortas, hija mía, las que te voy a dar, he pensado, pero, por el bien del conjunto, he aguantado un rato para que jugaran y se cansaran para la noche, gracias a lo cual, os  puedo escribir ahora estas líneas.


1 comentario:

  1. Bien por Cesar, tanto tiempo portandose mal así que ahora a ensalzarle por cambiar y portarse bien. no me extraña lo de la tortilla, estos hijos tuyos se comen todo lo que cae en sus manos. Un beso. Marian

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