sábado, 7 de julio de 2012

Aerobic

Decidida a mejorar mi calidad de vida, y gracias a mi Christian Grey particular (pero avainillado, desde luego...)me he apuntado a aerobic. Cualquier excusa es buena para desprenderme de mi "gran carga triple", siendo lo de menos hacer ningún tipo de deporte, para el que, desde luego, no estoy preparada, ni creo que lo esté nunca. El caso es que me voy de casa, durante una hora, en número de tres veces por semana, y hoy he ido a mi primera clase. La dueña, una profesora de baile de mediana edad, con la academia llena de fotos de sus actuaciones y sus dos hijos pequeños, mareando por allí (lo mío no debe ser librarme de los infantes en ningún lugar). Aunque no ha sido ella la que ha dado la clase, sino un sucedáneo de Rambo, pantalones cortos, gafas, calentadores (hacía años que no los veía de moda... y menos en verano, con el calor que hace), y pañuelo atado a la frente, cuya apariencia ha resultado engañosa, pues se movía con tal gracia y soltura, que no he sido capaz de seguirle, por torpe, por descoordinada, por asfixiada... La coleta se me ha medio deshecho, mientras sudaba sin saber muy bien por qué, puesto que mi cerebelo no me ha dado tregua, no pudiendo mover a la vez las piernas al son de los brazos, eligiendo en cada ocasión qué movía, aparte de ir parando continuamente para no tener que ser asistida. Para arreglarlo, ha llegado a media clase otro caballero, con un atuendo, para mi modesto gusto algo extraño: camiseta de tirantes blanca con agujeritos de las llamadas"elásticas", sin las que nuestros padres y abuelos no podían vivir, estupendas para cualquier momento del año, y como parte de abajo un calzoncillo tipo bóxer, de los ajustados, blanco, medio transparente, que dejaba ver por el culo un hilo que debía ser de un tanga también blanco, supongo que para sujetar con màs firmeza determinadas partes. En mi apuro deportivo no he podido dejar de pensar en pagarle un personal shopper, porque lo necesitaba más que otros muchos sin duda alguna, mientras me planteaba cual de los dos era más Friki, si él, que seguía bien la clase o yo... 
En casa, todos me esperaban con anhelo, para que les explicara qué había hecho mami, y las chicas me han hecho prometerles, que cuando fueran mayores, podrían ir a clase conmigo (como si fuera a ir yo más veces en mi vida)...

1 comentario:

  1. Bueno, por lo menos descargaste adrenalina. Lo importante es tener un sitio por dónde escapar sino...mal lo tenemos. Cuéntame en septiembre si aún sigues en aerobic y entonces decidiré yo si me apunto o no. Un beso.

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