Para no repetirme, aunque tengamos las mismas hoy Sábado que el Domingo pasado, contaré la semana escolar.
La ganadora de la semana, con puntos negros a mansalva y quejas múltiples, ha sido la mediana. Oé, oé oé oé...
El profesor, viendo que la bola se le hacía gorda, se acercó al progenitor y le dijo: ¡ tenemos que hablar !.
Yo pensé: ¡ lo tiene jodido si pretende sorprendernos, pero el buen hombre que lo intente!, mientras procuraba que ninguno de los tres se me perdiera en el patio del colegio, lleno hasta rebosar de niños, padres, abuelos, profesores, pelotas y extras varios.
La nenita pierde todos los colores, contesta a la profesora de gimnasia (que por cierto, nos había puesto un anexo donde nos indicaba que la niña llevaba un mes sin acudir a clase de gimnasia teórica, con el material escolar adecuado, a lo que yo le he respondido que dónde podía estar ese material, y que por qué oscura razón me lo hacía saber un mes después...), tira diariamente el babi al garaje, (instada por unas compañeritas bastante zafias, según creo), pide ir al cuarto de baño de manera continua, y lo mejor de todo : ¡ come del suelo!.
Pues claro que sí, esa es mi niña. No iba a dejar atrás a su hermano, cuando se bebía el agua de los charcos con la paja del zumo en el recreo, ¡ que ella también lleva el mismo apellido, hombre !.
Como compensación no verá la tele hasta que el Lunes, se porte bien en el colegio y enmiende sus faltas (jua, jua, jua...).
Por cierto, del babi ni se sabe. Algún coche lo debe llevar enrollado entre las ruedas, y lo descubrirán en la próxima ITV.
Todo esto, beneficia al mayor, que ha pasado, con tan sólo dos regulares, al top ten de la bondad semanal, jugando a la play, y obteniendo cromos para un álbum que conseguirá en breve, si su comportamiento no empeora más que de costumbre.
De la pequeña, mejor ni hablo, porque sólo cabe la posibilidad de hacer las cosas como a ella le interesa, o enfrentarse a la ira de los dioses llegado el caso.
Finalmente, a diferencia del otro día, hoy sí hemos salido por la tarde, a las 15 horas concretamente, deambulábamos por la calle, jugando por los parques, codeándonos con la gente que pasaba por allí, concretamente, nadie.
¡ Miento !, un coche de la policía y dos motos andaban buscando a un tipo de pantalones cortos a cuadros y otro de pantalón largo que algo malo debían haber hecho, y yo he pensado: a estas horas, los únicos que pasean por las calles son delincuentes...
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